Nombre: Ornella Bisset Lecuyer

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Nombre real: Ornella Cornet Voclain

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Nacimiento: 4 de Enero de 1901

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Abrazo: 30 de junio de 1.920

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Sexo: Mujer

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Nacionalidad: Francia

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Edad real: 99

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Edad aparente: 19

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Raza: Vampiro

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Linaje: Kiasyd

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Sire: desconocido

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Generación: 10°

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Estatura: 1. 65 mts

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Peso: 60 kg

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Datos Curiosos:

Usa lentes de contacto de colores siempre. No desarrollo las orejas puntiagudas. Siempre tiene una sonrisa en su rostro aun cuando puede ser hiriente o fría.

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Características físicas:

Sus labios eran carnosos pero delicados enmarcando un rostro fino y palido ya que de nacimiento era albina dandole unos toques aperlados,  Cejas gruesas y pobladas. Su estátura como humana era 1.40. Como vampira se volvió clara mas de lo que estuvo acostumbrada. Sus ojos blancos sin pupila existente era razón por la que usa lentes de contacto de colores y pasar desapercibida con los mortales. Su estatura fue muy notaria al medir 1.70. Sus cejas  gruesas y el cabello quedaron intactos al cambio Kiasyd. Sus pómulos se enmarcaron más en su rostro. Tuvo una deformación para disgusto de su propio Sire quien no comprendió ni acepto que no desarrollará sus orejas características de la línea de sangre. Después de su transformación se acostumbro a vestir elegante y acorde a la circunstancia. Usa bastantes accesorios como collares, aretes, sombreros o decoraciones para el cabello. Es muy propensa usar flores en su cabello.

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Características mentales:

Como humana nunca tuvo la oportunidad de ser demostrativa ni emocional. Siempre fue retraída, insegura y muy poca habladora. Temerosa y con amplia carencia emocional haciéndolo apática. Como Kiasyd se mantuvo parecida era cuando tenia un corazón latente. Sigue siendo carente de emociones y le cuesta compartir con otros individuos, además de expresar sus ideas y opciones. Gusta de ser solitaria y dedicar su tiempo al aprendizaje, lectura y compartir con seres que tengan el interés común. Es tímida pero directa para hablar si le preguntan su opción, sin embargo, siempre intenta evitar conflictos y mantenerse al margen. Es observadora como silenciosa. También calculadora como fría o insensible en alguna que otra ocasión, aunque ella no suele percatarse la mayoría del tiempo, por lo que siempre es recomendable compartirle o comentarle cuando lo está haciendo para corregirse. Sus silencios son muy prolongados y suele adentrarse en su propio mundo como Kiasyd que es tiene autismo por lo que a veces puede desconectarse de lo que gira en su entorno, platicas o sucesos, ella intenta esforzarse en convivir con otros para no dar mal entendidos, aun así, esto no lo puede evitar del todo. Es muy experimentaría como estudiosa. Gusta de estar siempre en bibliotecas y sumergida en libros. Siempre tiene una sonrisa en sus labios amable o dulce es lo único que conecta o más cercano con la simpatía que puede comprender, aunque no puede sentirla. Es amable siempre, dulce, cordial y de muy buenos modales. Gusta de ayudar a los, además y comprenderlos en la medida posible.

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                                          Historia de vida:

Nací en el año 4 de enero del año 1901 se muy poco de mi vida como humana empezando porque jamás conocí a mis verdaderos padres ni tampoco como fueron sus nombres, todo lo que yo conocí desde mi nacimiento fue una identidad con la piel blanca como el mármol y unos ojos completamente negros con orejas largas. Aun siendo una beba mi trato nunca fue amable no tenia mucho recuerdo de que me hacían con exactitud, pero el dolor es una viva imagen de la existencia de cada experimento realizado en mí. Mi nombre es Ornella y ahora tengo 19 años soy una Kiasyd aunque no me gusta demasiado hablar sobre mi creo que deberé hacerlo por esta vez. Mi madre o lo mas cercano en la compresión de este termino fue un Kiasyd que jamás me dio un nombre en específico, lo poco que compartió conmigo es que cultivar un termino en los Kiasyd que gustan de seleccionar sus futuros chiquillos desde su nacimiento u otros mas oscuros prefieren escoger los especímenes e inseminarlos, este fue mi caso. Mi sire selecciono dos sometidos candidatos con albinismo, los insemino bastándole con eso mato el genero masculino cuando llevo acabo sus planes tan solo dejando a la mujer, con ella fui cuidadoso no por interés sino porque en su vientre tenía su mercancía que era valiosa por un periodo de nueve meses. Me compartió que cuando la mujer llego a aparir no era un solo bebe sino éramos dos para su agrado y sorpresa, pero aun recordaba que esto jamás estuvo en sus planes y debía mantener todo con cuidado lo que lo llevo a tomar una decisión critica era seleccionar un solo bebe pero se percató para su disgusto un bebe nació muerto, este bebe muerto era yo por lo que decidió quedarse con la otra bebe que era una niña también. Cuando decidió que debía deshacerme de mi escucho mi llanto de pronto y una nueva se le cruzo en su mente, el experimentaría en ambas bebas día a día y tomaría su decisión mas adelante. Año tras año sus experimentos fueron crueles y dolorosos, pero este ser no parecía importarle ni sentir absolutamente nada ni siquiera remordimiento. Mi hermana la que jamás conocí era mas fuerte que yo, ella parecía aguantar cada experimento sin embargo yo sentía mucho dolor, mucho cansancio y era más pequeña además de pesar menos que mi hermana, siempre hacia enojar a mi creador con mis debilidades, pero de una u otra manera siempre luchaba por mi vida, por esa supervivencia que yo quería tener. Cuando tenía dos años intentaba ser bien portada y no hacer enojar aquel ser que en vez de darme miedo me daba tranquilidad y paz sin embargo mi hermana parecía temerle y siempre llorar ante su presencia. Yo recuerdo perfectamente que tenia una dependencia muy grande con aquel Kiasyd era todo para mi quizás en aquel entonces no lo comprendía o entendía, pero era una figura materna como paterna aun con sus daños físicos y psicológicos era lo único que tenia y conocía. A los seis años un experimento mas agravado fue realizada en ambas y aunque sentí mucho dolor físico como psicológico encontré la manera de reponerme con las pocas fuerzas que me quedaban sin embargo mi hermana la que siempre fue la fuerte, la que fue la sana había muerto. Yo observé su cadáver y comprendí que había dejado esta vida para no verla nunca más, pero no tenía tristeza ni ningún sentimiento encontrado. Años de tortura tanto física como psicológica me hicieron carecer de empatía, de tener emociones y sentirlas, pero podía comprenderlas en los demás. Comprendía lo correcto de lo incorrecto, del sufrimiento de los demás observándolos en silencio, pero nunca sería capaz de compartir absolutamente nada con nadie, esa fue la marca de generación que mi sire me brindo para toda mi vida y no vida. No fue grata mi adolescencia fue dura también, mi sire experimentaba los deseos carnales conmigo y con el tiempo entendí lo que decían de los Kiasyd eran violadores y eran propensos hacer actos crueles todo por experimentar y comprender a ciencia cierta todo, quizás digo solo quizás por eso no le doy importancia al contacto físico con nadie ni mantengo interés en absoluto. Conocía los términos besar, sexo, atracciones físicas en definición, pero tan solo eso, jamás iban a significar nada para mi ni un asunto para inmutarme o preocuparme si debía ejecutarlo para experimentar en otros individuos, aunque extrañamente no tenía tampoco interés en desarrollarlo al menos no del todo. Quizás ese legado no me traspaso mi sire pero el que si me dejo para toda la vida fue la sed de conocimiento, de los libros y las bibliotecas. Llegue a compartir estos momentos en silencio y empaparme de ellos hasta que finalmente a mis 19 años llego el día del abrazo, ese día fue peor que el día que decidí regresar a la vida y hacer el llanto cuando era una beba. Porque ese Kiasyd macabro su forma de matarme no fue dolorosa en eso podría decir que el Kiasyd me brindo benevolencia por todos los años de daño, pero volvió a recordarme con los días que el solo sabia maldecir y castigar. Su bondad solo fue un disfraz mas de todos estos años. Días pase haciendo un cambio intenso y doloroso el sentir como cada hueso fue rompiéndose y alargándose todos de una sola vez si por lo menos se hubieran turnado, pero eso era soñar demasiado para el gusto de la vida. Mis ojos quería arrancármelos pero no era valiente para hacerlo. Cada día era un mal augurio entre dolores físicos y en pesadillas en mi subconsciente porque esta fue la prueba final de aquel Sire, si yo lograba despertar de aquellas convulsiones. Finalmente no despertaba de ellas y la decisión de acabar con mi vida había sido tomada pero una vez mas me demostraba a mi misma que yo no me dejaría vencer y logre despertar de todas esas pesadillas con mi vida humana atormentada, todos aquellos recuerdos de torturas y experimentos, una vez más había regresado a la vida, si regrese tarde una vez mas para volver a surgir con mayor fuerza esa era mi forma de ejercer y mi esencia en mi vida y ahora en mi no vida. Yo me percate al rato de las horas que mi estatura era mas notaria, mis ojos eran completamente sin pupila y mi piel se había aclarado  tanto que parecia de porcelana aperlada  tampoco tuve mis orejas formadas, un asunto que desagrado a mi sire notoriamente. Me dejo vivir.. en efecto, pero siempre enmarcándome lo despreciable que era ante sus ojos, porque a pesar de su esfuerzo por abrazarme yo no llegue hacer un chiquillo del todo para el, ni lo seria para la sociedad. Aun siendo Kiasyd mantuve mi personalidad retraída, reservada, tímida, y carente de emociones. Tampoco era de su agrado que yo usara lentes de contacto de colores para evitar verme extraña ante los humanos cuando salía ayudarlo con libros, recados o pergaminos de suma importancia y aunque el lo negare abiertamente en el interior el se beneficiaba que mi apariencia fuera cercana a un mortal. Por años me educado con buenos modales, y llenarme de conocimientos además de como sobreviviría en el futuro, porque ya me había explicado que jamás estaría a su lado en unos años más y aprendí lo retorcido que podíamos ser la línea de sangre. Mi sire solía alimentarse del recipiente mientras los violaba y yo por mi parte me alimentaba de bebes o de sangre de hada. Unos diez años después vino lo innegable, el ser exiliada del recinto que una vez conocí como mi hogar y con el único ser que fue mi familia. Entendía que era el protocolo y que era lo correcto, aun así no sentí dolor en dejarlo atrás ni tampoco lo extrañaría, él siempre me decía ..''cascaron vacío''  no me parecia gracioso ese apodo. Viaje por un tiempo hasta que por obra del destino me encontré con una mujer llamativa y con un caballero, ambos vampiros pero con diferencia de linaje, fueron cordiales conmigo no dudaron en refugiarme en su lejanas tierras, Además de aceptarme tal y como yo era, eso nuevamente significaría todo, tendrían mi lealtad y confianza, simbólicamente estos dos seres eran como una figura materna y paterna en el presente.

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